Consejos para conducir con granizo
Aunque no se trata de un fenómeno muy frecuente, puede provocar importantes accidentes- 4 julio 2018
- Consejos
Al volante de un coche, uno debe estar preparado para cualquier condición climatológica que pueda surgir. La lluvia, nieve o niebla son más habituales, sin embargo el granizo, al ser un fenómeno menos recurrente, nos puede pillar desprevenidos y no saber cómo actuar. Además, conlleva otra serie de riesgos, ya que, al no ser un fenómeno asociado a una época del año concreta nos puede pillar desprevenidos y no contar con los neumáticos adecuados y reducir la adherencia de los mismos.
Uno de los aspectos que más influye a la hora de tener un accidente en tormentas de granizo, aunque pueda parecer sorprendente, es el ruido que provoca sobre el vehículo que puede asustar al conductor y hacer que se ponga nervioso, y lleve a cabo actos como pisar el freno de golpe o resguardarse debajo de un túnel o un puente, lo que puede provocar importantes accidentes. Es muy importante mantener la calma y no preocuparse por la integridad del coche, ya que, salvo en caso de pedrusco, por ejemplo no es habitual que se rompa el parabrisas ni la luna trasera.
En este sentido, hay que tener en cuenta que está prohibido detenerse bajo un puente o túnel y, en caso de pararse en cualquier sitio, es importante hacerse ver encendiendo el alumbrado de cruce. En el caso de los motoristas, está justificado el intentar resguardarse, pero debe hacerse apartándose todo lo posible de la carretera.
Además, hay que tener en cuenta que conducir sobre granizo es bastante peligroso, ya que, además de ser redondo y hacer efecto canica, está formado por hielo y reduce la temperatura del neumático y su adherencia, aunque en casos de granizo leve el coche al pisarlo lo deshace, pero aún así hay que conducir con suavidad y aplicar el freno lo más recto posible, evitándolo en las curvas. Además, hay que utilizar el acelerador de forma suave y con marchas largas para evitar un exceso de par en las ruedas, igual que sobre nieve o hielo, y por supuesto, aumentar la distancia de seguridad, puesto que este fenómeno provoca muchos accidentes en cadena.
Por último, si has tenido la mala suerte de verte envuelto en una tormenta de granizo y tu vehículo ha sufrido daños, puedes recurrir a tu seguro si tienes cobertura contra daños metereológicos y llevar tu vehículo a reparar a tu taller de chapa y pintura de confianza.