El calor en el coche, además de ser una cosa muy molesta, es un factor que nos distrae de la conducción y aumenta el riesgo de sufrir un accidente, ya que provoca somnolencia y fatiga. Por ello, es importante buscar una temperatura interior adecuada en la que no tengamos ni frío ni calor, que suele oscilar entre los 21 y 23 grados centígrados.

En España, prácticamente todos los vehículos se venden con aire acondicionado o climatizador, si no es de serie puede ser opcional. En los coches más equipados, el climatizador incluso es bizona para que conductor y copiloto regulen la temperatura de forma independiente. Muchos coches familiares incluyen también reguladores para las plazas traseras. Hay que tener en cuenta que si tienes el salpicadero y la tapicería de los asientos oscuros, se acumulará más calor dentro del vehículo.

Cuando el coche ha estado expuesto  al sol, nada más entrar es necesario conectar el aire acondicionado y de forma paralela bajar las ventanillas para que se ventile el habitáculo y empecemos a notar que el sistema de ventilación del coche empieza a expulsar aire frío. Es recomendable activar en primer lugar la función de recogida de aire del exterior y, una vez que salga aire fresco, conectar la posición de recirculación para que alcance la temperatura adecuada rápidamente. No obstante, también es importante evitar que las salidas de aire se dirijan directamente a la cara o al cuerpo.

Antes de iniciar un viaje es importante comprobar que las salidas de aire no están obstruidas y llevar el coche a un taller de reparación para que un profesional revise el sistema de aire acondicionado y asegurarte que dispone de carga suficiente y funciona correctamente.

No obstante, para evitar altas temperaturas en el vehículo, son aconsejables una serie de recomendaciones sencillas y, en ocasiones bastante obvias:

• Aparcar en la sombra
• Utilizar parasoles, que no sólo evitan que el volante queme sino también la entrada de calor en el habitáculo. Para que sea más efectivo, recuerda colocarlo en el parabrisas delantero y trasero y durante el viaje, incluso en las ventanillas laterales traseras. Incluso puedes utilizar protectores de volante para no quemarte.
• Dejar las ventanillas un poco bajadas cuando el vehículo esté estacionado, con lo que el aire circula y hace menos calor.
• Lavar el coche frecuentemente hace que disminuya la temperatura del vehículo, pero evitando hacerlo en las horas de más calor, porque el agua se evaporará demasiado rápido
• Abrir las ventanillas antes de arrancar para que el aire caliente salga. Un truco es abrir una de las ventanillas y desde el lado contrario abrir y cerrar varias veces la puerta hasta que salga ese aire caliente.
• Utilizar las lunas o cristales tintados frena los rayos ultravioleta del sol.

Y hasta aquí los consejos de hoy de tu taller de chapa y pintura de confianza.
Fuente: www.20minutos.es