Es habitual en un vehículo el consumo de aceite, pero es más preocupante el hecho de que se produzcan pérdidas de dicho líquido, ya que pueden ser síntoma de una avería importante o que, de no ser tratada, puede convertirse en algo grave para tu coche.

Lo primero que debemos hacer en estos casos es asegurarnos de que la mancha que se forma bajo el coche sea aceite, ya que puede tratarse de cualquier otro líquido de los que utiliza el vehículo. En caso de duda, una visita al taller puede aclarar rápidamente este aspecto.

No obstante, si ya has identificado con certeza que se trata de aceite, el primer paso es conocer la gravedad del problema, intentando saber mediante la varilla cuánta cantidad ha perdido. Para ello, debes comprobar si el nivel de aceite se encuentra entre las marcas de mínimo y máximo. Si eso es así y conservas un nivel de aceite aceptable a pesar de la fuga, acude con él a tu taller de confianza para que solucionen el problema.

Los motivos por los que tu coche pierde aceite pueden ser varios:

• Tornillo del cárter: Es el motivo más común y el más fácil de reparar, ya que se soluciona sustituyendo las piezas dañadas y su coste es muy bajo. El cárter es el lugar donde se acumula el aceite y, si recibe un golpe, pueden dañarse el tornillo o la arandela que lo fijan.

• Holguras en las juntas. Si este es el caso, es probable que el aceite acabe manchándolo todo, creando un gran charco; en cambio, si el goteo es más intenso puede que se haya roto un manguito. Ambos problemas tienen una solución nada cara o difícil de reparar, siempre que lo detectes a tiempo y tu coche no se quede sin aceite.

• Turbo. Este elemento necesita una lubricación especial y al final de su vida útil, comienza a perder aceite. Reemplazarlo ya supone una reparación más costosa y delicada, pero necesaria igualmente.

• Junta de culata. Esta pieza evita que el líquido refrigerante entre en contacto con el aceite y se mezcle en la combustión. Es la peor de las averías que puede provocar la pérdida de aceite, ya que su reparación implica además la limpieza de todos los conductos. Es una avería también costosa, pero necesaria para evitar problemas mayores.

No obstante, como decimos siempre, la mejor reparación es la prevención. Para evitar que surjan estas averías debemos tener en cuenta dos aspectos importantes, sobre los cuales deberás asegurarte que tu taller hace hincapié.

      · Utiliza aceite de calidad. Los lubricantes de calidad eliminarán la suciedad del motor de manera más adecuada, por ello es importante no ahorrar en este aspecto.

      · Cambia el filtro y el aceite regularmente: Utilizar aceite usado durante mucho tiempo hace que merme la calidad del aceite… y puedan dañarse otros componentes del vehículo, al igual que sucede con el filtro del aceite. Realizar periódicamente el mantenimiento de tu coche acaba con estos problemas y averías mayores que pueden suceder.